Allá en la gloria
Allá en la gloria, delante del gran trono,
Jesús, mi Abogado, intercede por mí;
Mi causa en sus manos siempre prevalece,
También Abogado será Él para ti.
Ven, pues, ven a Cristo; //
La misma ventura en Él hay para ti.
Una paz tengo profunda como un río,
Que naace de Cristo, su bendito Autor;
Compróla muriendo en el triste Calvario:
También para ti es tal don de su amor.
Ven, pues, ven a Cristo; //
La misma ventura en Él hay para ti.
Blancos vestidos yo tengo, que en la sangre
Lavé del herido Cordero de Dios;
De todo pecado me limpia Jesucristo:
También por su cruz tienes tú salvación.
Ven, pues, ven a Cristo; //
La misma ventura en Él hay para ti.
Una morada yo tengo que me aguarda,
Por Él preparada en la casa de Dios,
Allí no hay más noches, ni llanto, ni congoja:
También tú entrarás; si de Él vas en pos.
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Ven, pues, ven a Cristo; //
La misma ventura en Él hay para ti.
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