Señor concédeme tu luz
Señor, concédeme
Tu luz al contemplar
La cruz sangrienta donde fue
Borrada mi maldad.
¡Cuán dulce tal lugar
Hiciste para mí!
Mas ¡qué agonía, qué penar!
Fue tu porción allí.
El juicio y maldición,
La ruda tempestad,
Pasaron sobre ti, y es hoy
Tu cruz bendita paz.
Es paz y redención,
Es gloria y es salud,
Allí por siempre se encendió
Inmarcesible luz.
Tu amor fulgura allí
Con gloria sin igual,
Es palma de un sagrado Elim
T santo manantial.
En ella puedo ver
Sellado mi perdón;
Vencido el mundo y mi cruel
Tirano y exactor.
Mis labios cantarán
Por siempre tu virtud;
Mi gloria sólo he de cifrar,
Señor, en esa Cruz.
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