Hrermoso es a tus hijos
Hermoso es a tus hijos, Señor, tu santo día,
Tan lleno de recuerdos de tu benignidad.
Tus obras son el tema que explayan con delicia,
En ellas ven tus glorias, poder y caridad.
¡Qué escena de hermosura y gloria contemplaste
Al ver reinar al hombre en tu sagrado Edén!
Descansas de tus obras cuajadas de misterios,
Y gozas al mirarle saciado de tu bien.
Después se alza la nube oscura y pavorosa:
¡El hombre se ha vendido!, le ves ha transgresor.
Bien pronto su pecado ha de cubrir la tierra
De sombras y miserias, de muerte y de horror.
Mas hay en ti remedio: a su dolor te acercas
Y junto con el juicio está tu caridad.
Tu Hijo en el Calvario será preciosa ofrenda
Que borre los pecados y expíe la maldad.
¡Y hoy lo recordamos!, su muerte y su victoria.
Su cáliz de agonía y su eternal salud.
¡Qué hermoso es a tus hijos, Señor, tu santo día,
Tan lleno del recuerdo y gloria de su Cruz!
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