Oh sol del alma
¡Oh, sol del alma! ¡Salvador preciado!
No estoy a oscuras si te tengo al lado;
No se alce nube terrenal, oscura,
Que a mis ojos esconda tu hermosura.
Cuando en blando rocío el dulce sueño
Se apodera de mí cual grato dueño,
Mi última idea sé; y tu seno manso
Déme eternal y salvador descanso.
¡Autor de cuanto existe!, tenme en cuenta,
Dirige esta arca tuya en la tormenta;
Que brame el mar en furia y desconcierto,
Estando en ti, estaré en seguro puerto.
Si algún hijo infeliz que al vicio inclina
Hoy rechaza sin fe tu voz divina,
Sálvalo del error, ponte a su lado,
Y no vuelva a yacer en el pecado.
Vela por el enfermo, ampara al pobre;
Haz que el ciego en el mal la luz recobre.
Del afligido alivia la dolencia
Con el puro dormir de la inocencia.
-----
Home