bis Dios eterno, clemente
Dios eterno, clemente, benigno;
Ser supremo, divino Hacedor;
Tú, que al mundo has amado al extremo
De mandar a Jesús Redentor;
A tu trono glorioso acudimos
Esperando nos quieras oír,
A pedirte bendigas las obras
Que en tu nombre se hicieron aquí.
Que esta casa que a ti ofrecemos
Con ferviente cariño filial,
La destines por siempre al trabajo
De enseñar tu infinita verdad.
Que la santa y divina Escritura
Reverbere su espléndida luz,
En las vidas de los que acudieren
A esta casa a aprender la virtud.
Que el que sufre dolencias del alma
Halle bálsamo en ella; tu amor,
Al que llore y no encuentre consuelo,
Torne en gozo su gran aflicción.
Que podamos ver fruto en la obra
En millares que acuden a ti,
Y con ello este pueblo contemple
Paz, justicia y progreso sin fin.
¡Día santo! Con su gozo
Ya grabado en tu memoria,
Tu bondad hará notoria
En los días por venir.
La esperanza de tus hijos,
El esfuerzo consagrado,
Todo anhelo en ti cifrado,
¡Siempre sabes bendecir!
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