Bendito el hombre que gozoso

¡Bendito el hombre que gozoso
Fiel se somete a su Señor!
En día aciago o venturoso
Constante gozará favor.
Quien firme en Dios así confió,
Sobre la roca edificó.

¿Por qué te abrumas con tu carga?
¿Por qué te quejas del dolor?
¿Por qué tú en aflicción amarga
Te olvidas pronto de su amor?
Así acrecientas tu sufrir,
Sin paz ni alivio conseguir.

¡Paciencia, pues! En El espera;
Calla y medita con placer,
Cómo el Señor siempre se esmera,
Porque tu bien anhela ver.
El, que te quiso escoger,
Sin duda te ha de sostener.

No creas, pues, en tu congoja,
Que te abandona tu Señor;
Ni que felicidad recoja
El impasible, sin amor;
Las pruebas y reveses son
Al alma sin igual lección.

Ve, pues y gócese tu alma
En la esperanza y en la fe;
Sufre tribulación con calma;
En oración constante sé.
Pues quien confía en el Señor
Disfrutará de su favor.

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