Te agradecemos, Redentor
Te agradecemos, Redentor,
Por tu gloriosa ascensión;
Queremos para ti vivir,
De ti las fuerzas recibir.
¡Aleluya!
Si no podemos divisar
El alto trono donde estás,
Desde la diestra del Señor
Tú nos gobiernas con tu amor.
¡Aleluya!
El que confía en tu poder
Descanso eterno ha de tener;
Dejando el goce mundanal
En ti sus ojos fijará.
¡Aleluya!
Regocijado el corazón,
A ti dirige su loor;
Rompiste nuestra esclavitud
Y así nos llevas a la luz.
¡Aleluya!
Por ti podemos hoy llegar
Al reino eterno, celestial.
Ayúdanos, pues, a vivir
Confiados firmemente en ti.
¡Aleluya!
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