Canción del peregrino
Como huérfano, sin hogar
Sin herencia, en oscuridad
Me llamaste de tinieblas a tu luz
Ahora soy tu hijo
Fui lavado con tu sangre
Revestido de tu rectitud
Con tu sello puesto en mi corazón
Ahora redimido
Peregrino soy
Extranjero aquí
Cielo y tierra pasarán
Pero me espera un reino inconmovible
Grandes montes escalaré
Por oscuros valles pasaré
Más del fuego y de la tempestad saldrá
Una fe probada
No deseo gloria ni honor
En tu libro mi nombre escrito está
Escondido en Cristo está mi galardón
Guardado en los cielos
Tu palabra es el compás para mi pies
En el camino tu evangelio anunciaré
Hasta escuchar “bien hecho, ven mi siervo fiel,
entra en mi gozo”
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