Volveos, volveos, ¿por qué moriréis?
Pues Dios ya se acerca con gracia y amor;
Jesús os convida, ¿por qué no vendréis?
Su Espíritu lucha en vuestro favor.
Rendíos, rendíos, de Dios a la voz,
El bien ofrecido gozosos tomad;
La sangre preciosa que Cristo vertió
Perdón os procura, consuelos y paz.
-----