Hay quien desdeña
Hay quien desdeña insistente a Jesús;
¿Soy yo, Señor? ¿Soy yo, Señor?
Quien menosprecia su ofrenda en la cruz,
¡Su dulce amor! ¿Soy yo, Señor?
¿Soy yo, Señor? ¿Soy yo, Señor?
Nuestra ceguera, pecado o maldad,
Perdona Tú, nuestro Dios.
Hay quien vacila, el coste al mirar,
De ir en pos del Salvador;
Quien entre sombras prefiere vagar
De perdición. ¿Soy yo, Señor?
¿Soy yo, Señor? ¿Soy yo, Señor?
Nuestra ceguera, pecado o maldad,
Perdona Tú, nuestro Dios.
Hay quien su planta dejó deslizar
Ciego en su mal y en el error,
Y a su Maestro pudiera entregar
Cual un traidor. ¿Soy yo, Señor?
¿Soy yo, Señor? ¿Soy yo, Señor?
Nuestra ceguera, pecado o maldad,
Perdona Tú, nuestro Dios.
Hay quien prefiere delicia falaz
Al sacrificio del amor;
Quien de la luz, escondiendo su faz,
Siembra dolor. ¿Soy yo, Señor?
¿Soy yo, Señor? ¿Soy yo, Señor?
Nuestra ceguera, pecado o maldad,
Perdona Tú, nuestro Dios.
Mas hay también quien ya su corazón
Cedió a la voz del Salvador;
Y en la ventura de su elección,
Goza el amor de su Señor.
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¿Soy yo, Señor? ¿Soy yo, Señor?
Nuestra ceguera, pecado o maldad,
Perdona Tú, nuestro Dios.
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