Oh Señor, nos amas tanto
¡Oh Señor, nos amas tanto,
Que nos buscas sin cesar!
Una y otra vez nos llamas
Con paciente afanar;
Mas rebeldes, no quisimos
Tus llamadas escuchar,
Tan sumidos proseguimos
En las sendas de maldad.
¡Oh Señor, tú no nos dejas,
Aún insistes en llamar,
Que volvamos, tú nos ruegas,
Y dejemos nuestro mal!
Siempre acudes presuroso
Cuando nos ves peligrar,
Y te ofreces amoroso
Nuestras almas a salvar.
¡Oh Señor, al fin volvemos
A ti, nuestro Buen Pastor!
En tu aprisco entrar queremos,
Ya vencidos por tu amor.
Borra nuestras rebeliones,
De nosotros ¡ten piedad!
Limpia nuestros corazones
De pecado y de maldad.
¡Oh Señor, tú nos has dado
Vida eterna y salvación!
Por tu cruz nos has librado
De la muerte y perdición.
En tu aprisco resguardados
Reposamos sin temor,
Y gozosos entonamos
Gratos himnos en tu honor.
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