Al mundo impío
Al mundo impío Dios amó
Perdido en su maldad,
Y a gran precio le salvó
De buena voluntad.
¡Oh, qué amor! ¡Qué inmenso amor!
No hay otro amor así;
Dios desde el cielo al Salvador
Mandó a morir por mí.
Y ahora es mío por la fe
El don de Dios, Jesús;
Mi redención por sangre fue,
La sangre de su cruz.
¡Oh, qué amor! ¡Qué inmenso amor!
No hay otro amor así;
Dios desde el cielo al Salvador
Mandó a morir por mí.
Y la gloriosa plenitud
De la Divinidad
En Cristo está; por su virtud
Tengo la santidad.
¡Oh, qué amor! ¡Qué inmenso amor!
No hay otro amor así;
Dios desde el cielo al Salvador
Mandó a morir por mí.
Aliéntate, oh alma fiel,
El Señor te dará
Felicidad aquí con Él,
Y gloria eterna allá.
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¡Oh, qué amor! ¡Qué inmenso amor!
No hay otro amor así;
Dios desde el cielo al Salvador
Mandó a morir por mí.
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