Dulces momentos consoladores
¡Dulces momentos consoladores
Los que me paro junto a la cruz!
Allí, sufriendo crueles dolores,
Veo al amigo de pecadores,
Cristo Jesús.
Veo sus brazos de amor abiertos
Que me convidan a ir a Él;
Y haciendo suyos mis desaciertos,
Por mí sus labios, ya casi yertos,
Gustan la hiel.
De sus heridas, la viva fuente
De pura sangre veo manar;
Y salpicando mi impura frente
La infame nota del delincuente
Logra borrar.
Oigo a los necios decir: "No pudo,
Salvando a otros salvarse a sí."
Y exclamo: "Cristo, yo te saludo;
Porque en tu muerte, vida, no dudo
Hay para mí."
Veo su angustia ya terminada
Hecha la ofrenda de expiación;
Su noble frente mustia, inclinada;
Y quedo cierto que es consumada
Mi redención.
¡Dulces momentos, ricos en dones
De paz y gracia, de vida y luz!
Sólo hay consuelos y bendiciones
Que satisfagan los corazones,
Junto a la cruz.
-------
Home