En mares procelosos
En mares procelosos, la tormenta
Mi débil barca se aprestó a romper;
Brama el viento y las furiosas olas
Ya se estrellaban turbias a mis pies.
Y helado el corazón, deseperado,
La lucha desigual abandoné;
Cuando brilló de pronto la estrella
De la mañana, cristo de Belén.
Jesús mi luz, mi guía, mi consuelo,
Mi salvación y mi esperanza fue;
Salvé, siguiéndole, todo peligro,
Y de la paz el puerto así alcancé.
Anclado y salvo ya con gratos himnos
Su amor incomparable cantaré;
Ni habrá cansancio en mí, mientras alabe
Mi grata Estrella, Cristo de Belén.
-----
Home