Salvador glorioso, que en dulce alborada
Salvador glorioso, - Que en dulce alborada
Cambiaste la noche - Triste de mi alma,
Mira que no puedo - Vivir sin tu gracia,
Y que tú tan sólo - Eres mi esperanza.
¡Oh, Jesús!, quisiera, - Pues tanto me amas,
Que en toda mi vida - Tú sólo reinaras;
Que en mi alma hicieras - Perenne morada,
Y siempre gozoso - Tu gloria cantara.
Quisiera, Bien mío, - Que el fuego avivaras
Del amor bendito - Que arde en mis entrañas;
Tenerte más cerca, - Oír tus palabras,
Y aspirar la dicha - Que de ellas emana.
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