¡Oh dichosos y bienaventurados!
Aquellos a quien Dios ha remitido
Sus graves culpas todas y pecados,
Cual si nunca le hubieran ofendido.
¡Oh! Cuán feliz mil veces y dichoso
Aquel a quien no imputa su pecado
Dios manso, afable, pío y amoroso,
Porque ya se le tiene perdonado.
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